tag:blogger.com,1999:blog-28265951418741229042024-03-14T09:23:09.365+01:00Cayó la BrevaXaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.comBlogger64125tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-53804661121616632632021-03-18T09:38:00.004+01:002021-03-22T10:56:59.972+01:00Un balcón a Mártires de Paracuellos<p><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">A las muy taurinas cinco de la tarde, un niño sale del
colegio y salta los dos últimos escalones que dan al patio. Libre ya, al menos
por esa tarde, corre hacia su madre provocando que la mochila rebote contra su espalda
y vuele hacia atrás rítmicamente, cayendo de nuevo sobre la espalda y volviendo
a levitar —<i>pum</i>… <i>pum</i>… <i>pum</i>— a cada zancada.
La mochila es una fusta que enciende el espíritu de carrera del chico, una
imagen multiplicada, pues son decenas los infantes que corren hacia sus padres, lo que otorga al colegio un aspecto de hipódromo de preadolescentes al galope.</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">La recompensa en meta —mamá— no es heno, sino un bocadillo
de <i>tapa negra</i>. Más pan que paté, al
niño se le hace bola mientras concentra su pensamiento en llegar al parque de Perón a tiempo de
elegir equipo y evitar ir con Jorge, que es un poco manta y se queja si le
dices que <i>se la quede</i>. Con los jerséis
azul marino del uniforme delimitan las porterías, el chico que las hace procura
que sean cuatro pasos —casi saltos— de distancia en la de los otros y cuatro
pasitos —casi pies— para la suya.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Cuando empiezan a jugar son como un banco de sardinas moviéndose
al unísono hacia el mismo lugar, que coincide con la dirección de la pelota.
Sin disposición táctica ni aburrimiento; el fútbol de la calle donde el que la
tira va por ella y el último en tocar palo se pone de portero. El marcador lo
llevan a vuela pluma (¿12-8? ¿11-10?) y parecen una sociedad utópica que cree en
el reparto equitativo, al menos numérico: cuando menguan los chicos porque
vuelven a casa a hacer los deberes, se reajustan los equipos para mantener la
paridad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Al niño le espera en casa una habitación con balconcito que
da a Mártires de Paracuellos, nombre que sobrevivió al revisionismo callejero a
diferencia de las vecinas General Varela y General Orgaz. Allí se distrae
inventándose la vida de los peatones que pasan, lo mejor para procrastinar los
deberes. Dicen que es de los que lo hacen sin esfuerzo, sobre todo las
matemáticas, pero la pereza está en ponerse.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">El chaval feliz del relato hoy cumple 35 años —«¡Pocos me
parecen!», grita desde el Mercado de Prosperidad el alcalde Almeida—, y este
cronista recuerda lo que acaban de leer porque como aquel día hubo cientos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Cada vez estoy más lejos de ese niño pero pretendo
mantenerle vivo, tarea diaria. Hoy escribo y devoro libros porque ese chico
cogió gusto a la lectura (Tintín, Zipi y Zape, Rue del Percebe…), sufro con el
Deportivo porque entendió el concepto de tradición y el lazo sentimental que
creaba con su abuelo y con la ciudad donde nació pero nunca vivió y valora la
amistad como bien supremo casi mafioso porque reconoce el sentido de
pertenencia como algo a transmitir. Nada lo aprendí solo, claro. Mis padres y
los «severos correctivos» de mi hermano hicieron casi todo el trabajo, porque
Madrid en los 80 y 90 podía ser muchas cosas, pero la Movida no llegaba a la
agogé espartana y no me soltaron en mitad de la calle Orense a ver si salía
adelante.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">La ambición está bien, pero a veces nos pasamos de
idealistas, o directamente de irresponsables montados en unicornios, cuando nos
están mirando. En mis 35 sólo quería reivindicar ser normal, un pequeño burgués
del montón. La gente huye de esta etiqueta porque lo considera dejarse,
olvidarse de las grandes metas que piensas con 20 años y otras revoluciones y
palabras que escribes con mayúscula inicial… Lo considero una inmadurez total,
una pose ridícula. En lo que a mí respecta, no he cumplido con ser Reverte,
Umbral o Gistau —otro día os cuento lo único, además de compartir curro, que me
<i>igualó</i> al gran David— pero no he
parado de disfrutar.</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Si tienes que inventarte problemas de los que tus abuelos no
se preocuparían ni un segundo, olvídalo. Eres feliz aunque no quieras. Por
supuesto tienes que querer tomártelo así. Verbigracia, cuando hinqué rodilla y
le pedí matrimonio a mi mujer le dije que le estaba proponiendo una aventura
—la mayor—, cuando vamos un fin de semana de excursión rural analizo cada
piedra como si fueran los vestigios de una civilización extrañísima, y cada
caña que me tomo con amigos en una terraza me la bebo como si fuera el champán por
ganar el GP de Mónaco.</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Ahora me voy a poner <i>Cuando
fuimos los mejores</i>, que las tradiciones están para cumplirlas mientras no
muera ninguna cabra, y después voy a recordar que el niño aquel que miraba por
el balcón de Mártires de Paracuellos una vez vio pasar a un chico súper mayor,
de unos 30 o 40 años, e intentar seguir dándole la razón cuando se inventaba su
vida. «Camina feliz, tiene un trabajo en el que quizá le gustaría escribir y/o ganar
más pero que no le disgusta, no tiene ningún problema grave, ni él se cree
estar casado con la chica más guapa y mejor persona del mundo, y por cómo cojea
parece que sigue yendo a jugar al fútbol con sus amigos los fines de semana...». ¿Quién
cojones puede no ser feliz con estas cartas? </span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-30729899303384187572021-03-10T17:13:00.006+01:002021-03-11T09:50:23.453+01:00Harry y Meghan enseñan el jardín<p><span style="font-size: medium;">Sin ser yo natural de las colinas de Costwold ni haber
trabajado el carbón en el pueblito galés de Aberdare —ambos, cada uno en su
esquina social del ring, súbditos ante los Windsor— admito cierta sensación de
deslealtad y decepción ante lo que Harry y Meghan han llamado su verdad; Oprah, hacer
caja, y todos los demás, tirarse los trastos como un Antonio David cualquiera,
enseñando el jardín.</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;">Tampoco debe generar sorpresa, no puede decirse que sea el
primero de la familia al que el amor y la ensoñación de disfrutar una vida
anónima pero millonaria —vaya con el poco espabilado— les hace perder la
cabeza. La estafa, y la traición a lo que representa él como institución, está
en pretender renunciar a sus deberes sin querer renunciar a los derechos o, al
menos, a la asignación. Con todo, lo más cutre es borrarse siendo el actor
secundario.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;">La Monarquía puede tener un debate serio, imposible hoy en
España por esa manía persecutoria de identificar institución con ideología,
pero es un partido perdido si sus miembros, nacidos con don real —a su pesar, cómo
no—, pueden elegir a capricho cumplir sus obligaciones, indisolubles de las
ventajas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;">Si se rasca la primera capa, la de la solemnidad, la
Monarquía debe estar maciza y cumplir su misión como el perro de Hades que es, y
custodiar las esencias comunes de un pueblo, su unión y permanencia. Las
monarquías son símbolos depositarios con una prerrogativa histórica a cambio de
vivir —perdón por la obviedad— como un rey.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;">Empatizamos con el engorro de vestirse de gala cada martes
para terminar siempre cenando en casa, como tampoco me gustaría tener que dar
la mano a tanta gente como para llegar a fantasear con montar un servicio de
alquiler de extremidades, aunque para mí esto se compensa con poder estrenar
Barbour cada invierno. Lo de trabajarse la diplomacia va en la Gracia, altezas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;">El problema no está tanto en que Harry o el tío de su abuela
abdiquen —literal en el caso de Eduardo VIII— de la vida que les tocó, sino en
su esnobismo al pensar que podrían existir sin un pasado. Su pasado. Se faltan al respeto a ellos mismos y al resto de telespectadores al defender que su
vida les habría llevado hasta aquí si en lugar de Mountbatten-Windsor se hubieran apellidado Smith. No se pide tanto, que agradezcan lo que les vino dado y sean
responsables con lo que exige.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;">El único mundo donde el prefijo ex genera beneficios es en
el circo televisado. Harry y Meghan lo saben, ahí están vendiendo su pena a
costa de hundir no ya a una suegra malhumorada, en esto también se podría llegar
a empatizar, sino a un país y una historia. Me imagino al príncipe Guillermo telefoneando
a Felipe VI tras ver la entrevista: «Qué hermanos nos han tocado en suerte,
Majestad. Da gusto ver cómo nos facilitan cada día la existencia y el trabajo».
Ojalá <i>The Crown</i> ya hubiera llegado a
esta temporada.</span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-32751825257610980522020-06-16T19:35:00.006+02:002021-03-10T17:11:33.621+01:00Madrí<span style="font-family: inherit;">Si de todas las enseñanzas para la historia que nos brinda desinteresadamente Rafael Simancas sólo pudiéramos salvar una, no dudaría en rescatar de la quema la que pronunció este mes de mayo para descubrirnos, no sin asombro, que en España está Madrid.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Sin ella todo sería distinto y me aventuraría a añadir que también peor. En Madrid siempre ha prevalecido el qué por encima del quién, una libertad que disfruta el recién llegado con el exceso de las primeras veces. Madrid es el Churchill de las ciudades, si puedes criticarla es porque la ciudad defendió tu derecho a hacerlo, y lo tolera mientras se fuma un puro eterno y levanta los dedos índice y corazón. Probablemente sería un gesto criticado por una minoría enfurruñada y de los que se quieren hacer perdonar pecados imaginarios, que esgrimirían alguna razón banal para elevarla a causa general; por ejemplo, haber hecho el símbolo de la uve con la palma de la mano hacia dentro.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Hay modas tan atractivas que es difícil no caer en ellas, no digamos si señalan un culpable externo y además estás en campaña electoral. Criticar Madrid ha sido un recurso facilón de ciertos gobernantes durante el estado de alarma, que han criminalizado a los madrileños no ya por lo que hacían sino por lo que pudieran llegar a hacer, actuando como los seres precognitivos de <i>Minority Report</i> y anticipando delitos con sólo identificar un laismo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Madrid está escrita, descrita y hasta sobreimpresa, pero en el relato costumbrista se suele traspapelar su condición de chivo expiatorio. <i>Isleño</i>, qué duda cabe a estas alturas, era madrileño. Hay ciertas identidades que se realizan existiendo contra otras, lo que ya las define a ellas mismas, y la centralidad de Madrid <span face="arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #222222; font-size: 16px;">—</span>incuestionable en cuanto a su posición geográfica<span face="arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #222222; font-size: 16px;">—</span> ofrece un objetivo imaginario muy poderoso pero escasamente real. Tampoco cuentan con la piel tan gruesa que tiene Madrid, inmune ante ciertos desprecios que siempre despacha pidiendo otra caña.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">El indicador popular de prosperidad más certero es el de número de madrileños por veraneante, que contribuyen risueños a la doble causa de fomentar la alegría del hostelero al mismo tiempo que genera <i>ceñofruncismo </i>en ciertos naturales del lugar. Hay gobernantes que ayudan con sus declaraciones a crear esa escenografía de <i>western </i>cutre, mandamases que no se identifican con un partido político sino con su partida de nacimiento.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">En realidad todo el mundo tiene su Madrid sin necesidad de ser Madrid. Basta identificar un agente externo al que señalar con el dedo y así, los habitantes de la capital de cualquier provincia pasarán a ser culpables de masificar el pueblo y fomentar el alcoholismo entre la juventud rural. La idea suele ser la misma, proteger la identidad del terruño. Cuando todo lo malo que ocurre no es culpa propia, uno vive la ilusión de ser víctima, y ahí empieza un camino peligroso. Lo cierto es que como madrileño nacido en La Coruña, <span face="Calibri, sans-serif" style="background-color: white; font-size: 14.6667px;">«</span><i>madrileiro</i>, ni de aquí ni de allí: de los dos<span face="Calibri, sans-serif" style="background-color: white; font-size: 14.6667px;">»</span>, me decía mi abuelo gallego, he ganado mucho más sumando que escogiendo sólo un bando.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Madrid recibe más gente que reproches, así de grande es. Pero si alguien todavía no se siente identificado con alguna calle, parque o bar de Madrid sólo puede ser porque nunca la ha pisado.</span><br />
<div>
<br /></div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-20850660934218049722019-10-09T19:28:00.001+02:002019-10-09T19:49:33.134+02:00Ser feliz (para Carmen)<br />
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: left;">
Seamos sinceros para empezar: la
infelicidad tiene más fama que la ñoña de su hermana bonita. A los genios,
signifique lo que tenga que significar eso, uno los supone creando perdidos en
una niebla de humo de tabaco, cabizbajos, con los dedos índices apretándose la
sien, renegados y renegando de todo con los vicios que cada uno se pueda
permitir. Nadie los cree felices, levantándose de la cama de un salto con una
sonrisa, saludando a los vecinos al coincidir y riendo a carcajadas con una
comedia cualquiera.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Dibujamos como interesante al que
se oculta y recela, mientras que a los felices les damos por pizpiretos soñadores,
con una levedad de pensamiento que los incapacita para tomarlos en serio.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Esto, por supuesto, es una gran
gilipollez.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
La felicidad es tan contagiosa
como el virus más odioso, pero lo peor es ver cómo nos cuidamos muy mucho para no
ser <i>infectados</i>. Nos da pánico ser
felices y huimos de quien lo es, no vaya a ser. Por suerte existen personas que
te inoculan su alegría con una naturalidad tan envolvente que querrías estar
siempre ahí y dejarte hacer.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
A veces uno llega a ser feliz tan
rápido como lo que tarda en cruzar la puerta de una taberna artesana, escuchar un <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "imperial";">«</span>¡qué
guay!<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "imperial";">»</span> sincero mientras te miran a los ojos con una sonrisa y te apoyan una
mano en la espalda. Si alguno conoce Verdejo, lo sabe.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
No hay una receta para ser
natural; para sentirte bien, querido y en casa. Supongo que ayude la cocina;
los escabeches, claro, pero esto no va de platos, sino de personas. Verdejo,
Marian y Carmen son, hablo en presente, un descubrimiento tan positivo como
inesperado para Bea y para mí. Son parte de nuestra historia, ellas lo saben. Las
querremos siempre por ello.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Si la primera vez que comes en
Verdejo te vas pensando que, aunque no caigas en ese momento, debes conocerlas
de algo –tanta complicidad en el trato no puede ser gratuito, dices–; en el (pen)último
regreso te da casi igual la cena mientras puedas pasar con ellas ese rato. Te
han engañado, no lo has visto venir y ¡zas! Te han quitado con dos frases y una
sonrisa tu pose de chulo.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Es posible que en realidad Verdejo,
Marian y Carmen no te inyecten nada ni te hagan más feliz de lo que eras, sino que simplemente (a cuántas cosas sabe este <i>simplemente</i>) te lo emplatan y te lo enseñan. Con ellas no te importa ser vulnerable, mostrarte feliz ni que quien pase por la calle te crea pizpireto, leve de actuación y
pensamiento y algo ingenuo porque te lo pasas de puta madre.</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Ayer, un accidente de moto se
llevó a Carmen, gran maestra de la felicidad. Es curioso cómo ha calado tanto
en tan poco tiempo y cómo la considero propia sin ser de mi círculo cercano; hay que
tener cojones para lograrlo, por eso hoy duele muchísimo su adiós. No sé qué
habrá después, pero donde sea ya estará mirando a los ojos de alguien, subiendo
y bajando la cabeza para reafirmar la atención en lo que le dicen y terminando
la conversación con su timbre agudo: <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "imperial";">«</span>¡Uau, tío! ¡Qué guay!<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "imperial";">»</span>.</div>
<br />Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-44378627348274415982018-03-07T11:11:00.000+01:002020-01-21T16:41:42.796+01:00Pensar bien. Pensar mal<div style="text-align: left;">
<span style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Todos estamos convencidos de que
la gente equivocada es la que piensa diferente a nosotros, y tiene cierto sentido que
así sea. Lo peligroso casi nunca está en creer algo, sino en imponerlo.</span></span><br />
<span style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<span style="font-family: inherit;">No queremos descubrir la nobleza
en admitir nuestras grietas argumentales cuando nos las señalan de buena fe,
sino que preferimos ser jueces. Reconocer las fortalezas discursivas de otros
es incompatible con el mesianismo del activismo totalitario. “Desarrollad el
pensamiento crítico”, nos decían en el colegio como ilusión de libertad, y
ahora alguien nos debería explicar por qué hay gente que no acepta convivir con
personas que no llegan siempre a sus mismas conclusiones.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Creer que una sociedad se puede
definir en singular (un singular elegido, claro, por los curas laicos) es una
utopía pueril -perdón por el pleonasmo- porque siempre habrá equivocados a los
que no hay que vencer, que aquí no hay ninguna guerra, pero sí convencer o castigar como se hace en un país digno de llamarse como tal: aceptando las reglas. Tener
razón no es una patente de corso, es un mecanismo muy útil para facilitar cambios
necesarios, pero no es suficiente.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Contestar a las críticas con
falacias o insultos debilita cualquier reivindicación, el lenguaje exclusivo y
bélico crea bandos y querer eliminar una injusticia imponiendo otra de signo contrario es el
camino más corto para que una causa se convierta en una batalla.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Hay un ejemplo que suelo usar:
si Arnaldo Otegi actuase o hablase de manera hiriente a las víctimas (de nuevo,
perdón por el pleonasmo), la inmensa mayoría de ellas le criticaría a través de
todos los medios a su alcance. También podría darse que una, dos o 20 víctimas
de ETA defendiesen, en tribunas, manifiestos o en el bar, que no consideran
inoportunas esas supuestas actitudes. Ahora imaginen que a esas víctimas, más
allá de la legítima discrepancia, se las atacase, insultase, negase la propia
condición de víctima e incluso usasen contra ellas el mismo lenguaje y formas
que se critica al supuesto agresor inicial: Otegi. No hace falta imaginar
demasiado porque ya ha pasado algo parecido, y también ocurre con todas
las ideas que en 2018 se quieren hacer universales a través del absolutismo.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Existe algo más importante que
tener razón: respetar. Nunca me van a convencer de que aceptando la
convivencia y sus reglas la gente no pueda hacer y opinar lo que le dé la maldita gana.</span><br />
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<div style="font-size: 13.2px;">
<div style="font-size: 13.2px;">
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" scrolling="no" src="https://platform.twitter.com/widgets/follow_button.html?screen_name=xxmendez" style="height: 20px; width: 300px;"></iframe><br />
<div>
<br /></div>
</div>
<div style="font-size: 13.2px;">
</div>
</div>
</div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-50906662319761928132018-02-15T15:45:00.001+01:002018-02-15T16:02:17.562+01:00Real Madrid – PSG: Hogar, dulce hogar<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Para el Real Madrid, la Champions
es girar la llave en la cerradura de casa y poner un pie en el recibidor. Es un
niño gritando <i>¡casa!</i> cuando toca un
árbol a la carrera antes de que le atrapen. El hogar, ay, qué bien se está en el
sofá. Una casa que no siempre está en calma, pero paz no es sinónimo de prosperidad.
Manchar la alfombra o romper la vajilla también es ser feliz, como reñir o
perder.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Que el Madrí es humano se ve en que,
como todos, se enmascara en el día a día. Así, este año se está haciendo pasar
por un equipo cansado, sin ganas ni orgullo. Ha perfeccionado tanto el arte de
la mascarada que ha logrado hacer creer a todo el mundo que Marcelo es lateral.
Tan mentira como decir que ayer dominó, si no le metieron cuatro es porque la
suerte y la potra también saben dónde está su hogar.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ayer nada parecía normal ya incluso
desde la convocatoria para recibir al equipo. Es cierto que en invierno, cuando
el horario Champions es nocturno, el <i>show</i>
es más bonito que en mayo, pero la idea de que en octavos de final, una ronda
donde se debería ser más burócrata que Superman, se apele a la épica me resulta
contraria al propio concepto de Real Madrid. Pero este año el pueblo necesita
emociones, y la Champions es su única droga. Tampoco
parecía normal prescindir de Bale y confiar de inicio en el niño Jesús del
Bernabéu, y menos normal parecía que el Madrid presionase hasta el área de Areola.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por lo que ha enseñado durante el
año, del Madrid se esperaba que fuese inane y poco eficaz. Así fue. La famosa pegada
blanca se tradujo en un mano a mano fallido y en robo con disparo precipitado a
la grada donde estaban los aficionados del PSG. Para seguir con el guion de
2018, llegar a la portería de Keylor Navas parecía más sencillo que parar un
taxi. Tan fácil era que sucedió, y el 0-1 no se arregló hasta que Cristiano
hizo de mejor tirador de penaltis del mundo. La segunda mitad daba miedo hasta de lejos por recordar a la del Barcelona. Que el PSG no marcase sólo se puede explicar si eres gallego o crees en lo sobrenatural.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Entonces salió Asensio, al que el
público del Bernabéu no jalea como a Isco, Isco, y se puso a correr y a crear
espacios sobre un carril. El segundo balón que tocó lo puso donde siempre estaba
Raúl y se encontró con la rodilla de Cristiano, del que quiero creer que la
puso a propósito. Sea o no, sólo espero que si este año es la Trecena se conserve la rótula incorrupta de Ronaldo junto a la Copa.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El tercer gol fue algo tan
natural como abrir el frigo y coger una cerveza. Otra vez Asensio, su pierna
izquierda y un balón al área. Otra vez gol. Estar de sí o no es un estado de
ánimo y ayer, San Valentín, el Madrí dijo <span style="font-family: "imperial"; font-size: 9pt;">«</span>sí, quiero<span style="font-family: "imperial"; font-size: 9pt;">»</span> y renovó sus votos con Europa, su casa. Es un
hogar lleno de amor. </div>
<br style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; text-align: justify;" />
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<div style="font-size: 13.2px;">
<div style="font-size: 13.2px;">
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" scrolling="no" src="https://platform.twitter.com/widgets/follow_button.html?screen_name=xxmendez" style="height: 20px; width: 300px;"></iframe><br /></div>
<div>
<br /></div>
<div style="font-size: 13.2px;">
</div>
</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-46017089153593985702018-02-07T18:03:00.000+01:002018-02-07T18:24:43.072+01:00Ver la Super Bowl<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mi fuerza de voluntad se terminó
el día que <a href="http://xmendez.blogspot.com.es/2018/01/dejar-de-fumar.html" target="_blank">dejé de fumar</a>, así que cada vez que un amigo, y a veces un conocido,
habla de tomar cañas es casi imposible decir que no. Hay ciertas modas que no
sigo no por fingida superioridad o un mal entendido concepto de elitismo, sino
por simple desconocimiento. Sumar vicios aleatorios es mi forma de dejar el
tabaco y ni siquiera tienen por qué gustarme.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El último en el que he caído ha
sido la Super Bowl. En casa, en chándal y con un póster de Nueva York como única
referencia a América a mi alrededor me pregunté cómo de buena sería esa <i>mierda</i> que tan enganchado tiene a tanta
gente de, otro vicio, mis redes sociales. No hubo épica ni romanticismo
deportivo en el relato -eso lo escribiría <a href="http://www.elmundo.es/deportes/2018/02/05/5a77e28ee2704ed01c8b4584.html" target="_blank">Iñako</a>-, sólo aséptica curiosidad.
Poner la Super Bowl se parecía más a un trámite burocrático que a un deseo
intencional, pero un día es un día así que me consentí un capricho en algo que
ni me iba ni me venía. Justo en eso estaba el lujo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Creí conveniente elegir equipo.
Apoyar al débil era demasiado condescendiente pero tampoco se me ocurría otra
forma de elección hasta que vi una cara conocida. Uno de los que iba a jugar me
sonaba, no por su nombre o sus logros profesionales, sino por su estado civil.
Elegí con quién ir basándome en que ese tipo al que enfocaban es el
marido de Gisele Bündchen.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
A las 0.30 comprendí a los que no
entienden un fuera de juego y te piden que se lo expliques despacio. Los
narradores despachaban elementos básicos del partido con un aire de
irrelevancia que chocaba con la importancia que yo le veía. Comencé a ignorar
lo que ellos ignoraban, como la cuenta atrás del reloj antes de poner el balón
en juego (al principio me angustiaba), y a tensar los músculos y esperar con
ansia cómo terminaría un balón que volaba largo. Lo menos importante resultaba
ser lo más relevante como los pañuelos amarillos para señalar faltas o los antebrazos-tablet de
los dos quarterbacks, que supongo incluían jugadas u órdenes, pero nunca lo
explicaron.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuatro horas duró este chute que
tiene algo de miembro de sociedad secreta. Esta jugada y lo dejo. Tres o cuatro
veces lo pensé y tres o cuatro veces acepté una dosis más. Me retenía en el
sofá la duda de qué pasaría una vez apagase la televisión, tenía la intención de no perderme algo histórico aunque ni yo supiese qué podía ser histórico.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lo que más me aburrió fue la
actuación del descanso, ese espectáculo que conocemos con antelación hasta los
que no conocemos la Super Bowl. Mi novia, con más sueño que sorpresa, apareció
por la puerta del pasillo para preguntar si seguía con aquella locura. Se
volvió a la cama renegando de mí. Al rato llegué yo, más despierto que cuando
empezó el partido, y tuve que contenerme para no despertarla e informar de
nuestra (a esas alturas ya era parte de mí) derrota en la Super Bowl. Mientras
intentaba acostarme sin hacer ruido pensé en eso de quedarte despierto hasta
las 4.30 para ver un partido de un deporte que no sigues y que a duras penas
comprendes. Menuda tontería, el año que viene ni enciendo la tele. Una y no
más. Si además yo controlo y puedo dejarlo cuando quiera.<o:p></o:p></div>
<br style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; text-align: justify;" />
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<div style="font-size: 13.2px;">
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<div>
<br /></div>
</div>
<div style="font-size: 13.2px;">
</div>
</div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-84466353924973217572018-01-30T18:40:00.000+01:002020-01-21T16:38:21.141+01:00Phil es catalán<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De tanto crear días históricos en
el calendario se va a conseguir que lo excepcional sea salir a la calle a comprar el pan. El verdadero iconoclasta catalán no es el que recorta y pincha
un lazo amarillo en la solapa, sino el que se atreve a hablar del tiempo en el
ascensor.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Para cada momento épico del <i>procés</i> existe un suspiro de tedio y una
analogía con Bill Murray y su marmota. Es lógico. Si los nacionalistas no quieren
ser originales en su devenir no veo razón para que los cronistas sí lo tengan que ser. Lo
ridículo es, precisamente, creer que una acción repetida 100 veces produce 100 consecuencias distintas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No recuerdo el final de <i>Atrapado en el tiempo</i> y desconozco el
desenlace de <i>Puigdemont y los chicos
tristes</i>, aunque lo bueno de las comedias, ya sean fantásticas o
norteamericanas, es que son previsibles: todas terminan con la marmota en su
agujero. Si Puigdemont fuese documental de La 2,
su cortejo sería el más anodino, largo e inocuo de todo el reino animal. Un ni
contigo ni sin ti tan coñazo que más que en hecho diferencial le emparienta con un paisano de Guitiriz.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La ilusión de novedad diaria en
la que viven los <i>estelados</i> es, en el
fondo, un absurdo bucle que aguantamos más cansados que enfadados los que, sin
luz de gas que nos nuble, vemos que se trata del mismo maldito día. Vivimos la
eternidad engolada nacionalista con la misma desgana que Bill Murray anuncia el
fin del invierno una y otra vez; con el automatismo que emplea ese
leridano que mira el techo del ascensor para decirle al vecino que parece que va
a llover.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sin contar al propio Bill Murray,
el otro damnificado de que todos los días sean el mismo es la marmota. Phil
-así se llama el animal- tiene sus costumbres. En este caso condición obliga y
su mayor preocupación es dormir, que es una de las más felices rutinas que se
puede tener. La marmota soporta que la despierten un día para hacer el
paripé de momento histórico, pero acaba hasta las narices si cada mañana la
arrastran fuera de su casa, la manosean por las patas y la enseñan como si
fuese Simba en <i>El Rey León</i>.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Soñará con los días en que salía
de su cueva no para manifestarse en favor de las marmotas encarceladas por el simple hecho
de ser marmotas -las pobres-, sino para comprar el pan. El anhelo de lo
cotidiano es la revuelta de la gente corriente.</div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<div style="font-size: 13.2px;">
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<div>
<br /></div>
<div style="font-size: 13.2px;">
</div>
</div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-28303147196556483852018-01-25T17:59:00.003+01:002021-01-04T17:32:03.924+01:00Dejar de fumar<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Abandonar algo es una forma como
otra cualquiera de hacerlo inmortal. Tal vez la mejor. Aunque no se vaya con
camisa y pantalón vaquero no hay nada más melancólico que pensar en lo que se
deja atrás. Fumar nunca fue más que una rebeldía insana, un acto de pretenciosa
vanidad de patio de colegio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Verano en enero, esa es la
sensación melancólica a la que me lleva pensar en tabaco al cumplir un año en el que sólo uso mecheros para encender velas. Por supuesto se trata de una ilusión
ficticia porque las trampas de la memoria consisten en convertir en buenas chicas los quistes de pulmón; la realidad pocas veces corresponde con el recuerdo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Fumar hizo que toser sea parte
de mi personalidad y por eso hoy sigo carraspeando. Me
reconocen -y me reconozco- en esa tos a veces forzada que ni merece tal nombre. A lo
mejor todo lo que ha pasado mientras he dejado de fumar no hubiese sucedido si siguiese encendiendo cigarrillos, aunque siempre he sido
escéptico con lo que tiene que ver con las casualidades y las correlaciones, y sólo me diferencia de
aquel fumador unos cinco kilos, la tos y los bordes de los bolsillos del pantalón, que ya no
tienen esas pequeñas marcas blancas rectangulares que los adornaban
y que coincidían con los picos del paquete de Marlboro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Un fumador que no fuma es como un
delantero sin gol o un pirata sin parche. Pero mientras que el delantero se
cura marcando y el pirata se puede hacer sacar un ojo en cualquier pelea, la
única salvación del fumador está en la gramática. Nunca antes había tenido al
prefijo <i>ex</i> en tan alta consideración,
incluso a pesar de no considerarme ex fumador, estatus utópico. No miro combinando odio y asco a cualquier fumador, y si no me
enciendo ahora mismo un cigarro es porque el dejar de fumar te recuerda que existe un orgullo bueno. Un fumador que no fuma no es ni un vencedor ni un vencido, sólo
es una persona que reconoce que si de delantero no marca goles es posible que siempre haya sido mejor portero.</div>
<br style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; text-align: justify;" />
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xmendez_" target="_blank"><span style="color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: small;"><span style="line-height: 22.4px;">@xmendez</span></span>_</a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-18876239668501077622017-09-13T17:43:00.004+02:002017-09-13T18:23:25.716+02:00Un tóner para Rufián<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>No te rías que es peor</i> era un
programa televisivo en el que el concursante debía no romper a carcajadas ante
las bromas de cómicos profesionales. Sobre todo era, según la definición que ha
dado hoy la vicepresidenta en el Congreso, democrático.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las actuaciones pedagógicas son
patente de la <b>Soraya Sáenz de Santamaría</b> parlamentaria, que además juega en el terreno
que quiera el rival. Lo mismo da que sea en un campo de erudición léxica o en
el de la imitación del programa que hizo famoso a <b>Pedro Reyes</b> y <b>Marianico 'el
Corto'</b>. Ella hace de concursante seria mientras calificaba todo como “circo” y señalaba
al culpable. En un Barrio Sésamo con taquígrafas, Soraya ha explicado lo que es
democrático y lo que no a un parlamentario que cargaba con una impresora. La
imagen daba cierta sensación de mudanza a medias; como si a <b>Gabriel Rufián</b> le
hubiesen avisado de que tenía que hablar mientras llenaba el coche con sus
trastos rumbo a una Cataluña que no existe.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El Congreso de los Diputados es
democracia; el Parlament, no. El discurso en libertad de Rufián en la Cámara es
democracia; en Cataluña acallan al discrepante. Aquí sí, allí no; etcétera. La
vicepresidenta ha jugado a las parejas peleadas hasta resumir que democrático
es todo lo que acepta las normas del juego. Democrático eres tú.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Entre tanto, Podemos ha pedido la
comparecencia de <b>Rajoy </b>para que explique su postura ante lo que va a pasar tras el
referéndum. Es improbable que el presidente, que no acostumbra hablar de lo que hace, lo vaya a hacer precisamente de lo que no le entra en la cabeza que suceda. Pedir cuentas de
algo que no ha pasado cuadra con la actitud de su portavoz, que cree posible
tirar y empujar a la vez de una puerta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Como todo lo que sale de los
líderes es aplaudido por sus fieles, para valorar la idea de Podemos hay que mirar a sus socios habituales. Y el PSOE ha negado con la cabeza. Cualquiera diría, por su defensa de la unidad, que han comprendido lo que
ayer escribía <b>Gistau</b>, que el objetivo de Podemos es acabar con el PP, sea cual
sea el destrozo que conlleve. Si para eso hay que debilitar el Estado, sea.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Rivera</b>, por su parte, sonrió como
el niño que pide algo a sus padres y escucha <span style="font-family: "imperial"; font-size: 9pt;">«</span>ya veremos<span style="font-family: "imperial"; font-size: 9pt;">»</span>. Él quiere creer que
es un sí cuando las experiencias pasadas se inclinan al no. Pidió a Rajoy un debate <span style="font-family: "imperial"; font-size: 9pt;">«</span>de verdad<span style="font-family: "imperial"; font-size: 9pt;">»</span> para reformar la Constitución, con juristas y estudios previos, y
el presidente no dijo que no, y menos aún que sí. A lo mejor, se intuyó entre sus labios. Dejó claro que ese tema, si toca, es una vez pase el primero de octubre.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mientras Rufián terminaba de
cargar el coche y buscaba el tóner y la gracia en su Samsung, una nostalgia noventera
recorría el Congreso. El Gobierno desbloquearía antes una proposición para reponer el programa
de humor que una reforma cualquiera. Al menos en la tele los chistes los
hacían profesionales.<o:p></o:p></div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-23886675411966644242017-09-13T12:17:00.001+02:002017-09-13T12:48:05.310+02:00Sobre Chechu<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Una de las muestras de afecto más
sinceras que suelo tener hacia alguien es recordar su nombre. Por lógica,
además, es de las primeras que hago. No recuerdo el día que memoricé el nombre
de Josechu, éramos unos canijos de guardería; ni tampoco cuándo pasó a ser
Chechu por economía del lenguaje. Sí recuerdo que siempre consideré una pérdida
de tiempo innecesaria -en las necesarias es curioso recordar cómo también es
protagonista- que nos recordase que se llama José Ignacio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-size: 12pt;">Cuando camina -brazos caídos y cabeza
como un péndulo, de izquierda a derecha- le bailan las muñecas y las manos se
le ven algo flojas. Colgadas como si se hubiese olvidado de que están ahí.
Despistado como es. Al principio desespera, pero al decimoquinto año de convivencia
uno empieza a acostumbrarse. Mientras su cuerpo se mueve así, su cara sonríe.
Es su estado natural. No sé si será la más bonita, pero sí es la sonrisa que
más trabajo tiene de cuantas conozco.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-size: 12pt;">En número de brazos Chechu es igual
que cualquiera, pero hay que ser muy especial para conseguir en vida lo que algunos
no consiguen ni enterrados: que digan de ti que eres el mejor amigo de tus
amigos. Chechu es un tópico, que es una de las cosas más difíciles de conseguir.
Ser ese al que acudir, desprendido, atento y sencillo es una tarea tan poco
agradecida que hay que ser buena persona. Demasiado duro para cualquiera, un
día más para Chechu. Da miedo comprobar cómo de natural es para él hacer algo bueno
por los demás. A veces hay quien lo ha confundido con ingenuidad y nos ha
tocado a otros ser Chechu para Chechu. Golpeado, el resentimiento nunca le ha
movido aunque haya tenido en este amigo a un consejero que le ha intentado
hacer comprender que la venganza mueve el mundo tanto o más que el amor. Un
mundo lleno de </span><i style="font-size: 12pt;">chechus</i><span style="font-size: 12pt;"> sería un
coñazo, pero sin él sería una puta mierda.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-size: 12pt;">Que Rocío ahora sea su mujer sólo
atiende a lo magnífica que también es. Ella, además, debe haber visto algo
parecido a lo que aquí se escribe para atreverse a casarse con él.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-size: 12pt;">Felicidades. A Chechu por los 31 y
a ambos por vuestra aventura sin final.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; text-align: justify;" />
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" scrolling="no" src="https://platform.twitter.com/widgets/follow_button.html?screen_name=xxmendez" style="height: 20px; width: 300px;"></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-29427960986477436642017-08-24T17:31:00.002+02:002020-01-21T16:32:53.689+01:00Gente normal<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
La normalidad, como regla, es
aburrida. Cuando nos educan y los padres preguntaban si no podríamos ser
normales lo que querían era invitarnos a abandonar eso que estábamos haciendo y
que les ponía rojos de vergüenza. Enseñarnos lo que en alguna universidad impartirán
como normas cívicas de comportamiento social. O algo peor.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
Estos últimos siete días desde el
atentado de Barcelona hemos conocido que los asesinos de las Ramblas y Cambrils
tenían amigos y hacían lo que se supone que hace la gente de su edad y de su
entorno. Tan normales que eran muy capaces de saludarte en el ascensor. En retrospectiva pareciese que nadie esperase
la cortesía; quizá pensaban que irían por el pueblo exigiendo el califato de
Al-Andalus a voces. Es inquietante ver la sorpresa que ha generado enterarse de
que los malos no van por ahí alardeando de sus intenciones, sino que te sujetan
la puerta y dan las gracias.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
Por desgracia para la Guardia
Civil, los delincuentes no tienen cuernos y rabo, no son de color rojo ni
llevan tridente; más bien disimulan los muy cabrones. Además, del mismo modo
que la buena educación no excluye la maldad, ser un cretino no te convierte en
criminal. Afirmar, como así lo hace cierto entorno de los yihadistas, que eran
unos chicos como todos es, en el mejor de los casos, una autojustificación al
descubrir que se ha sido engañado. En el peor, una reacción egocéntrica de
culpabilidad. En ambos, una idiotez.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
Creer en la bondad de unos
terroristas que han matado a 15 personas es no admitir que la mentira existe, y
de la misma forma que querer con todas tus fuerzas la paz mundial no la hace real, pensar
que eran buenos no significa que lo fuesen. Esos chicos no eran como todos, simplemente fingían serlo. Que colase el embuste entre los vecinos es, precisamente, lo que
nos define como sociedad liberal. Porque, sin contar la tertulia y los cotilleos de la
jubilada del sexto, ¿dónde si no iban unos chavales a poder hacer su vida normal sin
que nadie se meta con sus costumbres? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<a href="https://twitter.com/xxmendez" style="background-color: white; color: #7c93a1; font-family: imperial; line-height: 22.4px; text-align: justify;" target="_blank">@xxmendez</a></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" scrolling="no" src="https://platform.twitter.com/widgets/follow_button.html?screen_name=xxmendez" style="height: 20px; width: 300px;"></iframe></div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-35449603786809026302017-08-21T13:09:00.005+02:002017-08-21T15:50:26.265+02:00Así no se vale<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<div style="text-align: left;">
<span style="text-align: justify;">Las restricciones siempre se han
puesto para intentar igualar las cosas. Acortar la ventaja. El fútbol, sin
embargo, ignora esta norma y permite al Real Madrid presentarse a disputar los
partidos con 11 tipos que saben hacer muy bien aquello que tienen que hacer.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Pepe Mel</b> aseguraba que por él
firmaba el empate a cero incluso con huella digital y, al final, firmó un 0-3
ensangrentado porque este Madrid es el abusón que tiraba a <i>trallón </i>en el
recreo. La única muesca del Deportivo fue desquiciar a <b>Ramos</b>, tarea no
demasiado difícil al principio de cada temporada, cuando Sergio lee los
partidos fatal para poder callar a todos más adelante. Los meses del capitán
del Madrí son una sucesión de rojas prescindibles hasta que llega mayo y se
pone la capa de héroe. Su vida es el triunfo de la rutina.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mientras Sergio Ramos se
convertía en el primer jugador en ser expulsado dos veces en el mismo partido -aunque
de la primera saliese vivo-, el Madrid ganaba. Suena sencillo, pero en Coruña
no sabemos lo que es eso desde los tiempos de <b>Donato</b>, al que entrevistaron en
el descanso y casi nos dan ganas de pedir su vuelta. El Deportivo fue pueril
ante el Real, y en partidos donde no juegue contra el matón de la Liga el
concepto puede asegurar coraje pero no eficacia, para lo que se necesita a <b>Lucas
Pérez</b>.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mientras se le espera, el Madrid
pisó Riazor y se puso 0-2. En el segundo tiempo, con algo de pereza después de
15 minutos, Benzema pinchó un balón en la banda, se la dio en carrera a Isco
que sin controlar entregó a Bale que entraba en el área casi sin querer: recorte sobre Mosquera y
pase atrás. Gol de Kroos. Un gol de 10 segundos. Una señora detrás de la portería se
levantó y elevó los brazos sorprendida de que nadie más en el estadio se
estuviese dando cuenta de las artimañas
que estaba usando el Real Madrid para vencer. “Así no se vale, juegan de <i>carallo</i>”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; text-align: justify;" />
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" scrolling="no" src="https://platform.twitter.com/widgets/follow_button.html?screen_name=xxmendez" style="height: 20px; width: 300px;"></iframe></div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-49861881781564291582017-07-18T18:40:00.002+02:002017-07-19T20:14:09.252+02:00El 'porsche' del garaje<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hemos vivido convencidos de que
en verano, bicicletas. Así se nos hizo creer y así lo aceptamos; a ver si no
quién se lo discutía a <b>Fernán-Gómez</b>. Las vacaciones también tienen sus rutinas
y si antes la exhibición era privilegio de unos pocos, hoy las redes sociales permiten
a cualquiera posar como <b>Ana Obregón</b> con la ventaja de no tener que ser Ana
Obregón.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Estar de vacaciones sin alardear parece
una fiesta de <b>Gatsby</b> donde no sirvan champán, como un cigarro que se fuma otro.
Presumir es <b>Dominguín </b>saliendo a todo correr a contar que se había acostado con
<b>Ava Gardner</b>, pero también una foto de piernas con el mar al fondo subida a
Instagram.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Un emisor que presume necesita
para existir de un receptor que rechine los dientes. Otra rutina española –y no
exclusiva del verano– es, precisamente, envidiar. Puede no ir más allá del
deseo de haber querido ser Dominguín o Ava, pero hay otro tipo de envidia que odia y
que suele incluir menciones malintencionadas a las madres y explicaciones al
porqué ellos sí y nosotros no basadas en la pura suerte o, en casos patológicos, en
la lucha de clases.<br />
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La mejor forma de presumir es la
involuntaria. Sin querer y sin publicidad. El otro día, al entrar al garaje de
mi casa, vi que una de las plazas por las que paso antes de llegar a la mía
estaba ocupada por un Porsche 911 Carrera nuevo. Tan impecable que hasta el
blanco de su matrícula parecía distinto al de cualquier otro coche. Desconozco el
dueño, pero si Ava Gardner fuese coche, sería ese.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tiene a todo el bloque girando la
cabeza al pasar por su plaza y no sabemos quién es. El que presume de bronceado en las redes sale del anonimato porque busca la exhibición nominal, tan pública que la
crítica viene de serie. La aspiración es el <i>porsche </i>en el garaje y el anonimato
en la puerta. Ser sólo un vecino. ¿Será el hombre que saluda raro en el
ascensor o el que viste con alpargatas incluso en diciembre? Los envidiosos preguntan
qué hay que hacer para conseguir algo así. <span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">«</span>Yo quiero ser como él<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">» sin importar </span>quién sea él. Por mi parte, soy demasiado
perezoso para dedicarme a la vida delictiva y demasiado periodista como para
aspirar al coche del vecino de forma honrada. Eso sí, mis vacaciones empiezan en una semana. Y tengo
Instagram.</div>
<br style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.2px; text-align: justify;" />
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px; text-decoration-line: none;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.2px;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #222222; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.2px; margin: 0cm; text-align: justify;">
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" scrolling="no" src="https://platform.twitter.com/widgets/follow_button.html?screen_name=xxmendez" style="height: 20px; width: 300px;"></iframe></div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-68593881832106066872017-07-12T17:35:00.002+02:002017-07-12T19:33:35.259+02:00Los dos lados de la pancarta<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Equivocarse es una forma como
otra cualquiera de sobrevivir al día a día. Complicarse la vida a base de
errores es motor literario y misticismo vital de perdedor sincero. Sin embargo,
hay ocasiones en que fallar es una etiqueta con la que cargar para siempre.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La opción correcta, a veces, es
sólo una y no estar en ella te convierte en parte del problema. Han pasado 20
años desde el asesinato de Miguel Ángel Blanco y hemos retrocedido en empatía. Salvo
los asesinos, todos estuvimos detrás de la misma pancarta. Salvo los asesinos,
todos llamamos hijos de puta a los mismos. Salvo los asesinos, todos éramos
Miguel Ángel. A nadie se le ocurrió un pero en el país de las adversativas, una
frase equidistante o una comparación sobre el dolor de unos y los usos
políticos de otros. Se dejó de comprar una retórica política que ha vuelto dos
décadas después disfrazada de nana de hombres de paz y <i>esques</i> en las condenas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Para criticar al Partido Popular sobran
ocasiones, bochornos, motivos e incluso políticos y cronistas que lo hagan. Echarle
en cara homenajear la figura de Miguel Ángel Blanco es tan ridículo como acusar
al PCE de usar a los abogados de Atocha. Es innegable la militancia política;
así como el odio mortal que causó esa filiación. El discurso oficial intenta identificar
al Gobierno con una banda vengativa y
rencorosa y la gente sólo ve a personas con cara triste delante de la fotografía
del hijo, hermano y nieto de todos. Ataques así son los que quieren en Génova.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Equivocarse en esto por no estar
de acuerdo con quien <i>capitanea</i> un acto
justo y noble -recordar a Miguel Ángel Blanco más allá de lo que Miguel Ángel
Blanco es- entristece. En una época en la que todo es motivo de pancarta,
bandera y chapa en el ojal los héroes que no pidieron serlo parecen, en el mejor de
los casos, algo a superar. En el peor, una molestia.<br />
<br />
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="background-color: white; color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: start;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm;">
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" scrolling="no" src="https://platform.twitter.com/widgets/follow_button.html?screen_name=xxmendez" style="height: 20px; width: 300px;"></iframe></div>
</div>
<div style="margin: 0cm;">
<div>
</div>
</div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-70193095160544397102017-06-21T14:26:00.001+02:002017-06-21T14:26:45.285+02:00Sobre Bea<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #1d2129; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Tiene la sonrisa llena y aun así le cabe otra risa más. En
eso se parece a su armario, siempre rebosante pero nunca completo. Orgullosa,
cariñosa y leal riñen en importancia con responsable, ordenada y por qué no
decirlo, cabezona. Ella es Bea. Ella es ella.</span><br />
<span style="background: white; color: #1d2129; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: #1d2129; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">
<span style="background: white;">En el momento de dejar de ser veinteañera se dio contra la
esquina mala de la vida, la de las ausencias. El peaje por los queridos, a
veces, <span class="textexposedshow">coincide así. Una mierda. Pero cumplir 30 bien vale una sonrisa, una cena,
un viaje. Otro beso. Siempre otro beso.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: #1d2129; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="background: white;"><span class="textexposedshow"></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #1d2129; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br />
<span class="textexposedshow">Cuando me tocó a mí dije que uno llega a los 30
como surgen las cosas buenas, sin querer. Ese sin querer nos juntó. Por suerte
el resto es cosa nuestra y tiene que ver con el querer. Cumplir 30 es una
anécdota comparado con todo lo que hay encerrado en un “bobo”, en un baile e
incluso en un susto. Y tu ceño, que los 30 marcarán, y que es una flecha que
señala tu mirada sincera, fija, que no admite gilipolleces pero recibe
encantada a quien va de verdad, como un torero. Si das todo no esperas menos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #1d2129; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span class="textexposedshow"></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #1d2129; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br />
<span class="textexposedshow">Todo el universo cabe en tu sonrisa. Hoy tienes 30
años y 4 días. Y los que nos quedan, princesa. Felicidades.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #1d2129; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span class="textexposedshow"></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #1d2129; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br />
<span class="textexposedshow">Te quiero, Ti.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #1d2129; font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span class="textexposedshow"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-9taNcXedRyw/WUplseMQJAI/AAAAAAAAApw/DjSRmQnblCk-N4SsZDz6VNYjBdi3V5oBwCLcBGAs/s1600/bea%2B%25282%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="640" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-9taNcXedRyw/WUplseMQJAI/AAAAAAAAApw/DjSRmQnblCk-N4SsZDz6VNYjBdi3V5oBwCLcBGAs/s320/bea%2B%25282%2529.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="background: white; color: #1d2129; font-family: "times new roman" , serif; line-height: 115%;"><span class="textexposedshow"><span style="font-size: x-small;">Ella</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="background: white; color: #1d2129; font-family: "times new roman" , serif; line-height: 115%;"><span class="textexposedshow"><span style="font-size: x-small;"><br /></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="background: white; color: #1d2129; font-family: "times new roman" , serif; line-height: 115%;"><span class="textexposedshow"><span style="font-size: x-small;"><br /></span></span></span></div>
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="background-color: white; color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" scrolling="no" src="https://platform.twitter.com/widgets/follow_button.html?screen_name=xxmendez" style="height: 20px; width: 300px;"></iframe></div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-43103368773223571132017-06-07T16:35:00.000+02:002017-06-07T16:38:20.098+02:00Sobre mi madre<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Adivina sin dedicarse al
mentalismo, arregla sin tener una tienda de reparación y sana sin necesidad de
haber estudiado una carrera.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mi madre es una madre. No corras,
no bebas mucho, quién es Fulano y un te lo dije siempre en la boca. Siempre es
una buena palabra para definir a mi madre. Siempre ahí, aunque no la vieses.
Siempre ahí, como el primer día que nos dejaron a Diego y a mí ir solos al
colegio. O eso creíamos porque ella, vigilante, se hizo el mismo recorrido
desde la acera opuesta. Ahí íbamos un par de mocosos, vestidos de uniforme
color gris triste y con mochila a la espalda recorriendo la calle Orense de
Madrid. Por fin solos. Por fin mayores. Mi madre nos había ordenado ir de la
mano todo el rato y cogidos de la mano fuimos hasta la misma puerta del colegio.
Así nos lo había pedido mamá y así lo cumplimos porque todavía no había llegado
la época de intentar engañarla. Esa época que todos tenemos y de la que todos
nos arrepentimos tarde.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Seguramente saqué de quicio a mi
madre más veces de la que merecía y fue injusta conmigo menos de las que le eché
en cara rojo de enfado. Así de idiotas somos, pero por suerte mi madre estaba
ahí para conducirte. Mi madre es la guía a la que no nos queda más remedio que
seguir si no queremos despeñarnos a mi padre, mi hermano y a mí.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mamá es esa mujer de la mano
extendida, tanto para dar un consejo como una galleta. No se cortaba y aunque a
ti te doliese físicamente, a ella le iba más adentro el dolor. Nunca la creías
de pequeño cuando decía aquello de primero de madre de que le dolía más a ella.
Pero seguramente fue así.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Resumir a una madre en un texto
es imposible. Una madre es el principio y el final de cualquiera de nosotros. Un
orgullo que a veces no sabes expresar aunque te dediques a la palabra y un querer
que no cabe en una vida. Beatriz, nunca Bea, cumple hoy 56 años. No es una edad redonda, dirán. ¿Y qué? Lleva más años
de vida aguantando a mi hermano y a mí que a su aire. Una vida que nos ha
dedicado. Una deuda que nunca pagaremos. Aun así, nos quiere.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Yo, mamá, sólo quería
felicitarte hoy. Te quiero.</div>
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="background-color: white; color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px; text-decoration-line: none;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm;">
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" scrolling="no" src="https://platform.twitter.com/widgets/follow_button.html?screen_name=xxmendez" style="height: 20px; width: 300px;"></iframe> <span style="font-size: 13.5pt;"> </span><br />
<div>
</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-IUT8aleFq2c/WTgPH4sD0mI/AAAAAAAAApg/LdvuZSCEaUgmhnawRyFNY1YRjVS90ZjlQCLcB/s1600/IMG_8595.PNG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1334" data-original-width="750" height="320" src="https://2.bp.blogspot.com/-IUT8aleFq2c/WTgPH4sD0mI/AAAAAAAAApg/LdvuZSCEaUgmhnawRyFNY1YRjVS90ZjlQCLcB/s320/IMG_8595.PNG" width="179" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;">Mi madre junto a dos cenutrios.</span><o:p></o:p></div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-71022722141662877632017-03-09T20:01:00.000+01:002017-03-10T12:13:17.128+01:00Dejar de fumar. Trampas.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hay algo de suicidio en fumar,
pero sobre todo en dejar de hacerlo. Renunciar por propia voluntad al
complemento perfecto del trío cerveza, terraza y amigos es morir un poco a
nivel social. Es amputar parte de tu felicidad porque, fuera caretas, fumar era
disfrutar. Conozco a pocos que no quieran dejarlo, pero todavía hay menos que
no gocen cuando encienden un cigarro. Maldita pasión. Es un poco Sabina, ese
neomachista, en <i>Y sin embargo</i>. El
tabaco es un amor de adolescencia que no sabes cómo ha sobrevivido a los años. No
tenéis nada en común pero os seguís agarrando la mano al andar por el parque.
El porqué no importa.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuando más que días ya acumulas
semanas, empiezas a contar los cigarros que no has fumado en hipotéticos
saludables como cuántos kilómetros serías capaz de correr. Por supuesto es sólo
teoría, sigues siendo el mismo vago que fumaba 20 marlboros al día, sólo que
con la piel mejor.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Con el tiempo uno aprende a
convivir con las trampas. Las cañas de después del trabajo, las del fútbol, el
whisky de celebración… Los peligros de vida social son para el ex fumador lo
que la Cañada Real al yonqui. Por ser suave, el cigarrillo social es un hijo de
la gran puta. Te busca, te tienta, conoce tus debilidades y no dudará en explotarlas.
Es una ex rencorosa. Es puro populismo. Tus amigos lo saben y no te abandonan
en los malos momentos, por eso fuman y te dejan su tabaco y mechero delante
para añadir esa frase con la que pretenderse original o liberal o ambas: <span lang="ES-TRAD">«Yo no te voy a dar. Ahora, si coges tú, ya eres mayorcito». Si no te
diese tanta pereza cambiar de amigos a estas alturas, ése sería el momento en
el que lo harías.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">Cuando
uno deja de fumar se convierte en un sospechoso constante. Nadie te cree y la condición
de ex fumador te deja como como candidato a una recaída. Siempre se es culpable de haber vuelto hasta
que no se demuestre lo contrario. Dejarlo es tan común, tan frase hecha, tan
ser otro más que todos dudan de ti. Tienes que aclarar cualquier sospecha que
tengan, como por qué tardas tanto en el baño (¿de verdad quieres que te lo explique?).
Si te da un ataque de tos, la sentencia es unánime: fumador. No sirve de
atenuante que quien te está juzgando sea un grupo de amigos, alrededor de una
mesa de bar adornada con vasos semivacíos y con sus bocas echando más humo que
el Transiberiano de principios de siglo XX.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">La
próxima vez, ya que me van a sentenciar a muerte, cogeré el paquete que me
pongan en las narices y soltaré aquel chiste pueril y sin gracia del que fui
víctima.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">- </span>¿Sabes
cómo fumaba Franco?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
- No,
sorpréndeme.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">Y entonces tirar el paquete de tabaco tan lejos que no pueda llegar de una carrera por
culpa de sus pulmones negros a la vez que gritas él no fumaba, gilipollas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">Y
ahora tú tampoco.</span><o:p></o:p></div>
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="background-color: white; color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px; text-decoration: none;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm;">
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" scrolling="no" src="http://platform.twitter.com/widgets/follow_button.html?screen_name=xxmendez" style="height: 20px; width: 300px;"></iframe> <span style="font-size: 13.5pt;"> </span><br />
<div>
<span style="font-size: 13.5pt;"><br /></span></div>
<div>
</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-34554667109746867512017-01-19T11:31:00.001+01:002017-02-22T15:23:02.058+01:00Dejar de fumar. El sentido del humor<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Recuerdo que hace años pasé dos
semanas en una tensión máxima por culpa del ímpetu del momento oportuno y la
poca sangre que en ese momento tenía –teníamos, no era cosa sólo mía- en la
cabeza. Durante los 15 días siguientes todo giró en torno a un mismo tema, uno que siempre llegaba en carrito y con llantos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El sentido del humor de lo que
nos rodea es una de las paradojas más curiosas que hay. El mundo no quiere
saber nada de ti salvo si es para descojonarse. En aquellas dos semanas no dejé
de ver mujeres embarazadas, madres primerizas con bebés en sus brazos, potitos
y películas sobre y con niños. Estoy convencido de que si entonces hubiese
puesto La 2, los documentales habrían tratado la fecundidad en el reino animal.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Al confirmarse la falsa alarma
las embarazadas abandonaron las aceras de Madrid y los bebés dejaron de ir al
parque. No había vuelto a sentir esa sensación hasta ahora. La nicotina,
parece, también tiene sentido del humor. <a href="http://xmendez.blogspot.com.es/2017/01/dejar-de-fumar-dia-1.html" target="_blank">Ya os conté</a> que el día que dejé de
fumar comencé a leer <i>Falcó</i>, de
Pérez-Reverte, y el protagonista es el personaje más fumador que recuerdo. Por
la calle hay más fumadores que antes, en las películas todos boquean un humo
denso y grisáceo -ahora te fijas en cosas como que tal actor no se traga el
humo; lo que, sin duda, le convierte en un embustero derrochador de placer- y
hasta Putin, ese ruso que seguro es el inventor del tabaco y el fuego, se toma
en serio mi propósito de dejar de fumar y abre periódicos con absurdos sobre el
tema.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Veo fumadores incluso allá donde
no voy. En mi casa te crees a salvo porque Bea, en labor humanitaria, se
esconde para fumar. Pero yo, creyéndome un pirata pero sabiendo que sin patente
de corso, miro sus colillas en el cenicero con nostalgia de otros tiempos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Según una aplicación en el móvil
he ahorrado ya no sé cuánto dinero. Según mi madre, estoy más guapo; y según la
báscula, lo que he ganado son cuatro kilos. Sí noto que ya aguanto la mirada a
un fumador sin desear ser él; tampoco rastreo el olor a tabaco como el mejor
sabueso policial. Quizá esto sea madurar y, como la muerte, era simplemente
responder al cuándo. Pero de vez en cuando, mi Peter Pan piensa que tampoco
habría sido tan malo vivir en un eterno y pueril país de fumadores.<o:p></o:p></div>
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="background-color: white; color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px; text-decoration: none;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm;">
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" scrolling="no" src="http://platform.twitter.com/widgets/follow_button.html?screen_name=xxmendez" style="height: 20px; width: 300px;"></iframe> <span style="font-size: 13.5pt;"> </span><br />
<div>
<span style="font-size: 13.5pt;"><br /></span></div>
<div>
</div>
</div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-15692052546753520902017-01-16T15:45:00.000+01:002017-01-17T12:32:46.486+01:00Dejar de fumar. Sobre piedras y whisky<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ser adicto tiene mucho de actitud
infantil. Del mismo modo que el niño puede llegar a hacer algo que le perjudica
sólo porque sabe que va a molestar (normalmente a los padres), uno que echa de
menos fumar puede mandar todo a tomar por culo y encenderse un cigarro para
fastidiar a alguien. A lo mejor quieres joder a alguien que ni te conoce, pero
qué más da.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En la búsqueda de culpables sobre
los que cargar una posible recaída vale cualquiera; desde tu equipo de fútbol
hasta ese imbécil que se saltó el ceda al paso. Después de una semana sigo
dándole vueltas a lo que significa dejar de fumar. Antes me visteis místico (<a href="http://xmendez.blogspot.com.es/2017/01/dejar-de-fumar-dia-1.html" target="_blank">aquí </a>y <a href="http://xmendez.blogspot.com.es/2017/01/dejar-de-fumar-huir-no-es-de-cobardes.html" target="_blank">acá</a>), pero el fin de semana me
ha hecho bajar al barro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Dejar de fumar es una mierda. No
por nada, pero cualquier cosa que implique dejar algo que antes hacías por propia
voluntad es una putada. Hago algo porque quiero y ahora ya no. El fin de semana
sales de casa con la sana intención de tomarte una cerveza y diez whiskys y
vuelves con la destrucción sin terminar si no te has fumado hasta el sombrero
del cowboy de Marlboro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Siguiendo con las actitudes
infantiles, recuerdo cuando los profesores te invitaban a no copiar
argumentando que en el fondo te engañabas a ti mismo. Como cuando el viernes y
el domingo fumas y dices que no lo contarás. El whisky preguntó por su amigo y
el amigo se asomó para putear. La tentación enseñó la maldita
zarpa y la debilidad hizo el resto. Fumé. Alguien escribió que cuando todo va
bien es que falta poco para que vaya mal. Tempestades y calmas y los fines de
semana, fuera de la rutina, con sus cervezas, sus quedadas y sus mierdas llenan
mi cabeza (y ayer también los pulmones) de humo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Fumé, como digo. No sé si esto lleva el
marcador a cero o es sólo una hostia con una leve contusión. Si de algo vale,
yo no digo que he dejado de fumar sino que lo estoy dejando. Es casi igual pero
en los matices está el demonio. Si lo nuestro como especie es tropezar en la
misma piedra dos o dos mil veces, a mí me apetece aprovecharlo para rascar la
piedra y encender un cigarrillo con esa chispa.<o:p></o:p></div>
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="background-color: white; color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px; text-decoration: none;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm;">
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" scrolling="no" src="http://platform.twitter.com/widgets/follow_button.html?screen_name=xxmendez" style="height: 20px; width: 300px;"></iframe> <span style="font-size: 13.5pt;"> </span><br />
<div>
<span style="font-size: 13.5pt;"><br /></span></div>
<div>
</div>
</div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-52542294976768812512017-01-12T17:17:00.004+01:002017-01-12T17:47:46.618+01:00Dejar de fumar. Huir no es de cobardes<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Dejar el tabaco es escapar. Huir
del hábito. De una compañía que, por mucho que te han advertido, querías a tu
lado. Como aquella chica. <a href="http://www.elmundo.es/madrid/2015/03/23/55108677e2704e98098b4575.html" target="_blank">Lealtad no es un apellido</a>, dicen, y hay pocas
traiciones más dolorosas que la que se comete al abandonar un cigarro; en el
fondo él siempre ha estado ahí. Como mucho, a un bar de distancia. Todas estas
intensidades literarias que colocan al tabaco al mismo nivel que un amor
perdido duran cinco minutos que se repiten cada tanto. A veces, sobre todo al
principio, estos cinco minutos duran hora y media.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En cinco minutos te llamas
drogadicto para justificar una posible recaída mientras te encoges de hombros.
La naturaleza es la que es y si uno es un adicto no queda sino fumar, que diría
Darwin. Todo encaja. Después suena el teléfono, o llega un email o contestas un
whatsapp, y desaparece todo. Al igual que para los buenos magos, todo se basa
en la distracción.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No es raro. Simplemente uno se
acuerda de que ya no fuma cuando no tiene otra cosa que hacer. A la pregunta <span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: x-small;">«</span></span>¿qué hago ahora?<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;"><span style="font-size: x-small;">»</span></span> un fumador siempre
responde encendiendo un cigarro. Te hace parecer ocupado. El abismo del ex
fumador es saber qué hacer con esa nada que antes llenaba con un pitillo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Dos días después de entregarme a mi
fuerza de voluntad, los episodios de darwinismo drogata siguen apareciendo,
aunque reducidos. El instinto sigue ahí; y si aparece un martes, un miércoles o
un jueves uno se va automáticamente a la pregunta de qué no pasará el fin de
semana. Cuando el whisky pregunta dónde está su amigo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="http://xmendez.blogspot.com.es/2017/01/dejar-de-fumar-dia-1.html" target="_blank">Ya dije</a> que dejar de fumar es,
sobre todo, todo lo demás. Es así porque fumar no es encender un cigarro,
aspirarlo y tirar una colilla. Fumar es también dónde, quién, cómo. Fumar es lo
demás. Dejarlo ir es duro, sobre todo el dónde y el quién. Para mí, el dónde es
mi casa y el quién, Bea. Mi novia. Lo cotidiano de llegar a casa y beber una
cerveza los dos mientras hablas, criticas, te ríes o estás, así sin más
pretensiones, venía con humo de tabaco de serie. El suyo y el mío. Ahora esa
niebla de olor duro (y todavía hoy, agradable) ha reducido sus dominios a la
cocina. Allí, mientras pasea como Napoleón debió de hacerlo en Elba, sueña con
volver a extender su poder más allá del salón mientras yo, más británico,
seguiré esperando que llegue Waterloo. Mis Cien Días nada napoleónicos. <o:p></o:p></div>
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="background-color: white; color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px; text-decoration: none;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm;">
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" scrolling="no" src="http://platform.twitter.com/widgets/follow_button.html?screen_name=xxmendez" style="height: 20px; width: 300px;"></iframe> <span style="font-size: 13.5pt;"> </span><br />
<div>
<span style="font-size: 13.5pt;"><br /></span></div>
<div>
</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-79551832696728589832017-01-11T13:35:00.001+01:002017-01-11T16:24:39.944+01:00Dejar de fumar. Día 1.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Como la paz en el mundo, dejar de
fumar es algo que siempre deben hacer otros. Lo más importante es que el
esfuerzo sea mínimo y, si es posible, que no exista en absoluto. Pero hay veces
que uno se siente elegido y contribuye activamente a la paz mundial enviando un
sms o, si no tiene el teléfono a mano, tirando el Marlboro a la basura.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Al incumplir el principio de que
lo hagan los demás mi yo adolescente me miró enfadado, preguntándome cómo
cojones pretendía que ligase en el recreo si no era fumando. Me gustaría poder
decirle que por mucho humo que trague entre clases, a escondidas en los lavabos,
el pitillo es lo único que va a conseguir llevarse a la boca en muchos años.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los propósitos de Año Nuevo dan
tanta pereza que, sin ganas siquiera de enfrentarte a ellos, un año los
asumes sin más. Aunque tampoco era cuestión de hacerlo a lo loco, un mínimo
margen debía hacer de colchón. Si el dejar de fumar no es inmediato parece que
nunca llegará. Así decidí que sería el 9 de enero. Un lunes de mierda en el que
se acaban las vacaciones y yo no tendría tabaco a mano.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El lunes más lunes del año empezó
conmigo saliendo de casa sin el paquete de tabaco donde llevaba estando desde
los 16 años: en el bolsillo izquierdo del pantalón (soy chico de costumbres). El
vacío que sentía me llevó a pensar en Djukic un segundo antes de tirar el
maldito penalti aquel. Me creí balcánico un rato, el tiempo suficiente para imaginarle angustiado por el peso de perder una Liga pero también el rato justo para pensar que seguro que él se fumó un cigarro esa noche.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Es curioso cómo una decisión son
tantas al mismo tiempo. No fumar no es sólo no fumar. Es, sobre todo, todo lo
demás. No fumar es no socializar a la puerta de la redacción y dejar de
meter la oreja en conversaciones telefónicas de gente de la que no te suena su
cara pero resulta que trabaja en tu misma empresa. Hay misterios que ni todos
los cigarros del mundo descifrarán nunca.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No fumar significa descubrir que
llevas seis años sentado en unas sillas incomodísimas. Durante un pequeño
momento te parece raro no haberte fijado antes, pero a lo mejor es la primera
vez que estás más de tres horas seguidas sin moverte del sitio. La lucha está
ahora entre si es mejor tener espalda o pulmones y, de momento, ganan los pulmones.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De todo eso te das cuenta en una
hora. El resto del día es un intento de escribir algo original y tirarlo a la
basura de la pena que da. El humo te inspiraba, no hay más. Nunca escribiré nada que merezca la
pena. Mi razonamiento se esfuma, la ironía se consume y la sorna no se enciende.
Estamos jodidos. Escribir también trataba sobre fumar. Todo va sobre el tabaco
excepto el tabaco, que trata de sexo. Si Frank Underwood estuviese aquí.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuando no fumas tienes más de
todo. Más mala hostia, por ejemplo. Así que cuando llegas a casa
y te abres una cerveza no te la acabas porque el instinto te dice lo que va
después del trago. Mejor acostarse, si duermes no fumas. Metido en la cama y antes de
apagar, crees que estaría bien empezar <i>Falcó</i>, de Reverte. Pensado eso estiras el brazo
para agarrarlo. <a href="http://www.acordesmodernos.com/wp-content/uploads/2016/10/reverte-falco.jpg" target="_blank">La portada</a> te mete un guantazo. O mejor, te lo da un tipo con la cabeza ladeada,
sombrero calado, que protege con sus manos una cerilla mientras se la acerca a
la boca con la clara intención de encender el cigarro que tiene entre los
labios. En 80 páginas, el hijo de puta de Lorenzo Falcó fuma más que folla. Y qué envidia te da, joder.</div>
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="background-color: white; color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px; text-decoration: none;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm;">
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" scrolling="no" src="http://platform.twitter.com/widgets/follow_button.html?screen_name=xxmendez" style="height: 20px; width: 300px;"></iframe> <span style="font-size: 13.5pt;"> </span><br />
<div>
</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-82930861200609716812016-12-19T17:58:00.001+01:002020-01-21T14:24:08.206+01:00Pero<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hay veces que lo único que
necesitas para equivocarte es un pero. Puedes incluso buscarlo, cabalgar
contradicciones como dicen los intensos, querer poner uno en tu vida o puedes
haber decidido vivir en un continuo error; da lo mismo, la justificación siempre
viene dada por esas cuatro letras. Parece mentira que una palabra tan pequeña
sea capaz de cambiar un relato, pero la gramática ya estaba inventada.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Existen historias que cambiaron
por un pero -Helena dijo aquello de <span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">«</span>pero me gusta más Paris<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">»</span> y Troya lo pagó- y algunas que habrían mejorado con uno -si Djukic
se hubiese dicho <span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">«</span>pero
tiraré el penalti a la derecha<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">», el Depor tendría una Liga más-</span>. Otras historias del pero
retratan la derrota de una sociedad, y la de ETA pertenece a estas últimas. La
banda terrorista se ha forjado gracias al pero cómplice o, en el mejor de los
casos, al pero del terror. <span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">«</span>Pero es que provocaron<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">»</span>, <span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">«</span>pero es que es de los otros<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">»</span>, <span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">«</span>pero cómo voy a decirle algo<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">»</span>, <span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">«</span>pero si es el vecino<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">»</span>, <span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">«</span>pero si a mí no me han hecho
nada<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">»</span>…
En definitiva: <span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">pero
algo habrá hecho.</span> Sin la debida conjunción adversativa, ETA no habría
sobrevivido a la dictadura y, muchos menos, llegar a una justificación de
cierta nueva política que, vistos sus argumentos, de nueva no tiene ni el
flequillo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lo que hace Nagua Alba (para mí,
una desconocida hasta ayer), además de una infamia, es añadir un pero más al
saco de ETA. Un pero escupido desde una de esas mentes que consideran pasado
los crímenes etarras y tachan de carca al que se atreva a recordarlos, y no
tienen reparo en mantener, al mismo tiempo, la incoherencia de considerar
actual una guerra de hace 80 años.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">«</span>El desarme de ETA es
responsabilidad suya y los estados deben facilitarlo. Las detenciones de ayer
en Luhuso obstaculizan mucho este proceso<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">»</span>. Para la secretaria general de Podemos Euskadi es un
obstáculo que la Policía persiga a los malos. ETA quiere la paz, pero (aquí la tienen,
la conjunción que justifica) el Estado no le deja. Una victimización pueril, de un
razonamiento que nunca va más allá del maniqueísmo que sitúa al Estado y la
Policía como los malos sempiternos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hay peros que alivian, dramatizan,
explican, y los hay que insultan. A las víctimas, al trabajo de las fuerzas de
seguridad y a la propia historia. El último pero bien empleado se lo escuché a
Elvira Roca Barea en la entrevista de Emilia Landaluce. Lo robo como cierre,
porque es uno de esos peros que explican la existencia de gente como Nagua Alba:
<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">«</span>Analfabetos ha habido
siempre pero nunca habían salido de la universidad<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">»</span>.<o:p></o:p></div>
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="background-color: white; color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px; text-decoration: none;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="margin: 0cm;">
<div>
</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-85619169099386023662016-10-11T20:47:00.005+02:002020-01-21T14:21:04.565+01:00Un viaje de cinco centímetros<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sólo hay algo peor que ser
invitado a una fiesta, ser anfitrión. Es algo que sabes desde aquella primera vez
que tuviste que rellenar invitaciones de cumpleaños, esos dípticos donde un texto
predeterminado e impersonal combinaba con espacios vacíos para rellenar a mano.
Aquellos huecos en blanco eran los cinco centímetros más largos y pesados que
habías visto. Cinco centímetros nominativos para ser o no uno más; eran la distancia que marcaba una amistad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Entre Bogotá y Madrid hay más de cinco
centímetros y Manuela Carmena lo sabe. También cuando aceptó la invitación para
viajar hasta allí, de la misma forma que sabía –los alcaldes, a veces, saben– que otro díptico con su nombre esperaba respuesta
en Cibeles para una fiesta que tendría lugar en la ciudad que ella misma rige. Como
no podía ser de otra forma la rechazó; Madrid está demasiado lejos de Bogotá.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Carmena ni siquiera es original
en pensar que el 12 de octubre es un coñazo, Rajoy se le adelantó. Hay que entender
que la coherencia personal es, al mismo tiempo, virtud de candidato y perdición
de gobernante. Condición obliga, y mientras del aspirante se presupone cierta
indolencia en el discurso y las acciones, del que ya tiene un sillón oficial
uno espera que cambie sus seguridades ideológicas por la responsabilidad.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pasar de la comodidad de defender
unas ideas a ser el guardián de una ciudad entera conlleva incoherencias como,
por ejemplo, acudir a la Fiesta Nacional aunque te parezca un coñazo y
prefieras estar rodeada de amigos en Bogotá. Los husos horarios y la industria
aeronáutica parece que permitirían a Carmena acudir a ambos eventos, pero si
sólo pudiese aceptar una invitación habría que explicar que la alcaldesa de
Madrid se debe antes a un votante de sus adversarios que a sus propias fobias.</div>
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="background-color: white; color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px; text-decoration: none;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2826595141874122904.post-14577546542848457822016-09-08T15:39:00.001+02:002020-01-21T13:33:15.440+01:00Yo, abajofirmante<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lo mejor para no tener que hacer
frente a ninguna obligación es no crecer. Un plan perfecto hasta que la
experiencia va y demuestra que eso es imposible. Por suerte, una solución no
tiene por qué ser realizable, del mismo modo que un bebé no siempre es <i>riquiño</i> pero sigue siendo un bebé.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las obligaciones son tan
aburridas y difíciles de evitar como una comida familiar, y está bien que así
sea. Lo literario, lo que vende, es la rebeldía; nadie imagina al Código Penal
como número 1 en ventas y sin embargo, estamos comprometidos a cumplir lo que
en él aparece. El Estado de derecho es el hermano pequeño que tus padres te
endosan en vacaciones: te corta el rollo porque se chiva y luego pagas, pero no
queda sino aceptarlo y cargar con él.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Arnaldo Otegi, entre otras muchas
cosas, es un pésimo hermano mayor. No es una novedad y su derecho al pataleo es
entendible y uno, qué se le va a hacer, sonríe al verle en la televisión
refunfuñando. A los que me cuesta entender es a esa nueva tribu urbana que
habita entre platós de televisión, plazas
de barrio y <span lang="ES-TRAD" style="line-height: 115%;">«espacios intelectuales». Son los </span>abajofirmantes.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Demostrado como está por la
ciencia que no crecer es imposible, la solución de su laboratorio de
superioridad moral para no tener que cumplir obligaciones es la de firmar
manifiestos. Una sentencia judicial, por ejemplo, la firma un único juez; pero
estos textos vienen rubricados por un número de personalidades no menor de 50. El
razonamiento cuantitativo les da la razón, ¿cómo va a tener razón una única
persona frente a tantos? No sé para qué hay jueces pudiendo opositar al cuerpo
de abajofirmantes o a tuitero estrella.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La moral incólume que se autoarroga
esta tribu es su único código, superior a cualquier tribunal, a cualquier
código redactado y aprobado. Ven en la inhabilitación de Otegi una alteración
impropia de una democracia occidental cuando, en realidad, no es más que la representación
más funcionarial posible de la normalidad. Es simple, para resumir: las
sentencias judiciales hay que cumplirlas. Suena aburrido, lo sé. Y menos mal.<o:p></o:p></div>
<div style="margin: 0cm;">
<span style="font-size: 13.5pt;"><a href="https://twitter.com/xxmendez" style="background-color: white; color: #7c93a1; font-family: imperial; font-size: medium; line-height: 22.4px; text-decoration: none;" target="_blank">@xxmendez</a></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0cm;">
<iframe allowtransparency="allowtransparency" frameborder="0" scrolling="no" src="https://platform.twitter.com/widgets/follow_button.html?screen_name=xxmendez" style="height: 20px; width: 300px;"></iframe> <span style="font-size: 13.5pt;"> </span><br />
<div>
<span style="font-size: 13.5pt;"><br /></span></div>
<div>
</div>
</div>
Xaime Méndezhttp://www.blogger.com/profile/14098604256759725599noreply@blogger.com1